Cuando hablamos con Alberto y Daniel, dos jóvenes profesionales que se lanzaban como empresarios a montar su propia clínica, tuvimos claro que queríamos formar parte de ese proyecto. Nos cautivaron su profesionalidad, su empatía y su energía.

 

El objetivo era diferenciarse frente a la numerosa competencia de la zona. El equipo de profesionales, magnífico, ya estaba. Solo había que poner el local a su altura, y hacerlo dentro de un presupuesto ajustado para poder invertir en otras áreas del negocio.

 

Nos fuimos a tonos oscuros para combinarlos con madera, que iluminamos con luz cálida, regulable, a ras de suelo. Se buscaba sensación de calidad y calidez...fuera de códigos clínicos y fríos.

 

El resultado, una clínica de fisioterapia referente en la zona y un montón de clientes satisfechos en esta nueva andadura!

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