Aquí nos llamó la clienta de nuevo. Ya habíamos transformado su salón, comedor y toda la planta baja, y esta vez quería que abordásemos su dormitorio. Tanto ella como su marido son unos apasionados por la música y, además, amantes de la lectura por lo que los libros invadían casa rincón del espacio.

 

Por eso nos embarcamos también en un proceso de ordenación que disfrutamos muchísimo. Nadar entre libros siempre es un placer.

 

El dormitorio necesitaba luz, calidez y armonía. Lo actualizamos por completo, creando un espacio acogedor, sereno y, sobre todo, bien organizado. Cada detalle se pensó para que reflejara su esencia y les invitara al descanso.

 

El resultado: un rincón totalmente renovado, funcional y gratificante. Un dormitorio que, ahora sí, está a la altura de quienes lo habitan.

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